viernes, 14 de agosto de 2009

Yo No Soy Un Soldado

Antes mirar las olas no era un castigo
Ahora hacerlo es sinónimo de extrañar
En cada vaivén, en cada gota que golpea mi mano
En cada fracción de mar y cada palabra del aire
Encuentro un parecido a ti, a tu acento y a tu forma de caminar
A las sabanas de manos que tejíamos de vez en cuando
Y el edredón de miradas que usábamos para pasar el invierno
Pero cuando salía el sol, abríamos las cortinas de par en par
Solo para que me envidie, para que te vea y te siga mirando
Y que se entere de que me querías, que preferías estar conmigo
Por más que el pueda calentar la tierra, la luna y todo el mar que me hace recordar

No tratemos de esperar
Tratemos de dibujar escenarios futuros
Donde la luz no ilumina, solo da un ambiente propicio para volverse loco
Loco junto a ti, loco de nada, loco de todo
Donde los libros están vacios, listos para hacer historia
Para escribir poemas, versos y sonetos
Donde puedo tomarte de la mano y llevarte a tomar un café
Endulzarlo con un poco de humor, sazonarlo con un poco de picardía
Servirlo con un poco de timidez
Y tomarlo con un poco de azúcar, pero tomados de la mano y dándonos un beso

Ahora entiendo a los soldados que se iban a la guerra
Peleaban por un regresar, por ver esa cara una vez mas
Sentir la frente de esa mujer contra su pecho
Querer vivir un día más para morir al día siguiente
Pero no por una bala o una orden
Querían morir de amor
Y yo no soy comandante, mucho menos soldado
Pero regresa
Porque nunca fue bueno tenerte lejos
Una llamada nunca tuvo para mi tanto significado
Y ya tienes suficientes cartas diciéndote lo mismo sobre la mesa

No hay comentarios:

Publicar un comentario