viernes, 14 de agosto de 2009

05/07/09

Llega un momento donde no me queda otra opción que sentarme en el piso a pensar que quiero hacer y que tengo por delante. No por aburrido, sino por necesidad. Necesidad a buscar una explicación más a un sentimiento que no logro definir, una sobrecarga de algo que no entiendo, que no puedo dibujar ni escribir. Esto no es reciente. Estoy convencido que estoy un poco loco, escribir las cosas que escribo no es de una persona común y corriente.

Las ideas llegan los domingos por las noches de manera religiosa, se acuestan en la parte donde guardo la conciencia y estorban a la razón, a la lógica y a mi sentido del oído. Me susurran frases, y lo único que puedo hacer es tomar un lápiz y un papel y comenzar a apuntar lo que me indican, sea ilógico o absurdo, pero siempre en el fondo tiene algún sentido tanto palabreo caótico.

Las palabras han despertado y se pelean por salir. Se empujan y me confunden. Crean sentimientos muy extraños. Puede que por eso nunca se cuando he terminado de escribir, nunca se cuando dejar el lápiz en la mesa y decir que esto está terminado. ¿Alguna vez terminaremos de escribir historias? Después de todo, las historias verdaderas no se escriben con tinta, se escriben con las manos y pies, y la voluntad para vivir que existe de por medio. Esta vez sí quiero escribir una historia, pero que la historia hable por sí misma, que no necesite de autor ni lector. Una historia pura. Quiero crear letras vivas. Quiero aprender a aprender. Hoy, domingo por la noche, realmente quiero escribir.

Mis manos se calman, poco a poco, mientras sienten la calidez de las palabras escritas. Se han vuelto adictas a un acto que es castigado mucho últimamente. Mis manos se han vuelto adictas a pensar. Las palmas se han vuelto mi inocencia, los dedos mi creatividad y mis muñecas mi fortaleza, en una ciudad donde parece que la fortaleza ya no existe.

Ya no son solo mis manos, ahora también es mi cabeza. Me siento como el que llego a su destino, pero sabe que mañana tiene uno nuevo. Sé que no he acabado de escribir, pero lo escrito me da tranquilidad. Y esta tranquilidad me será suficiente para cerrar los ojos una noche más. Ojala un par de oraciones me acompañen a soñar.

A Los Que Caminan Conmigo

¿Y que tenemos al final del día?
No una buena obra, menos aun un silencio
Tenemos ruidos y sorpresas, tal vez un poco de vino tinto
Un poeta adentro que se traba la lengua
Un melancólico aburrido
Una flor imaginada para esa chica que alguna vez imaginamos
Y hasta la imaginación misma, ella no quiere destino
Tenemos todo lo que no vale para nada
No sirve si no es con otro
Con dos manos que con las nuestras forman muchas
Manos que piensan, bocas que ríen
Ojos que lloran, ojos que bailan

Batallas, de esas hay muchas
Donde los cañones no son de metal, pero disparan al corazón
Las balas cargadas de sal, balas sin luz
¿Y quién las pelea?
Los gitanos sin rumbo, como piratas sin barco
No tienen armas, menos aun cuarteles
Tienen ideas
Un poeta les quiso decir amigos
La nomenclatura nunca fue una de mis virtudes
Ese poeta sabrá, no quiero pelearme por el descubrimiento

¿Y qué nos queda entonces, si no somos nosotros?
No nos queda nada, solo las memorias y las decisiones
Tal vez nos quede la serendipia y los errores
Pero aplausos al poeta que escribió sobre los que caminaron con él
Ya que en sus versos no existían muertos ni heridos
Solo sinceridad en todas las oraciones
Gracias al poeta que escribió el poema
Gracias a todos los que caminan conmigo

Yo No Soy Un Soldado

Antes mirar las olas no era un castigo
Ahora hacerlo es sinónimo de extrañar
En cada vaivén, en cada gota que golpea mi mano
En cada fracción de mar y cada palabra del aire
Encuentro un parecido a ti, a tu acento y a tu forma de caminar
A las sabanas de manos que tejíamos de vez en cuando
Y el edredón de miradas que usábamos para pasar el invierno
Pero cuando salía el sol, abríamos las cortinas de par en par
Solo para que me envidie, para que te vea y te siga mirando
Y que se entere de que me querías, que preferías estar conmigo
Por más que el pueda calentar la tierra, la luna y todo el mar que me hace recordar

No tratemos de esperar
Tratemos de dibujar escenarios futuros
Donde la luz no ilumina, solo da un ambiente propicio para volverse loco
Loco junto a ti, loco de nada, loco de todo
Donde los libros están vacios, listos para hacer historia
Para escribir poemas, versos y sonetos
Donde puedo tomarte de la mano y llevarte a tomar un café
Endulzarlo con un poco de humor, sazonarlo con un poco de picardía
Servirlo con un poco de timidez
Y tomarlo con un poco de azúcar, pero tomados de la mano y dándonos un beso

Ahora entiendo a los soldados que se iban a la guerra
Peleaban por un regresar, por ver esa cara una vez mas
Sentir la frente de esa mujer contra su pecho
Querer vivir un día más para morir al día siguiente
Pero no por una bala o una orden
Querían morir de amor
Y yo no soy comandante, mucho menos soldado
Pero regresa
Porque nunca fue bueno tenerte lejos
Una llamada nunca tuvo para mi tanto significado
Y ya tienes suficientes cartas diciéndote lo mismo sobre la mesa

Historia De Amor Sobre Edredon De Plumas

El dos de mayo se moría de ganas de verla. Estuvo nervioso todo el día, porque ya no estaba en control de sus decisiones, era algo que simplemente se iba a dar. No por puro capricho, sino por deseo a apuntar a un mañana más bonito. Era una mañana con sabor a canela y clavo. Y llego la noche, adornada de valentía, emoción y una cierta angustia. Estaba decidido a no decidir, sino a dejarse llevar por lo que salía de su boca. Finalmente, salió. Lo dijo:

- Oye, bonita, ¿Quieres estar conmigo?

Y ella, completamente sonrojada pero nada sorprendida le responde luego de una larga pausa lo único que era posible cuando dos personas se encuentran en el momento indicado:

- Si.

Y los ojos se decían lo que muchas veces las bocas no pueden pronunciar, tanto por incomodidad como por inseguridad, pero con una ternura que solo conocen los que alguna vez han dado un beso en la frente:

- Te quiero. Te quiero mucho.

No era una simple alegría. No era una noche cualquiera. La película no importó, los cigarros no se prendieron. Se dedicaron a hacer lo que hace la gente contenta. Se dedicaron a sonreír.

Pasó algo de tiempo y le dejo una nota a su enamorada el dos de julio:
“Gracias por estos sesenta días, que han pasado tan rápido que parecen seis, para mi valen como si fueran cien y espero que duren mil. Gracias por haber apostado por algo mejor. Gracias por hacerme la mejor persona que puedo ser”


No lo podía negar, menos aun decidir. Estas cosas no se deciden. El chico estaba enamorado.


Cinco Minutos

Estaba tomando café
La taza está vacía, como yo
Como yo? Seguramente no me conoce, antes estaba lleno
Lleno de amor, de sentimientos por alguien, de esperanza a ser querido
Pero la taza pudo más que yo, me derrame junto con mi corazón, enfriándome
Que siento por ti? No lo se
Amigos? Algo más. Te odio? No hay forma. Te amo? Menos
Te quiero?
Te quiero
Me quieres? Sabrá Dios. El todo lo sabe. Que lindo ser Dios

Y si jugamos a que soy Dios? Y me meto en tu voluntad y hago que me quieras
Como yo te quiero
Ya no quiero quererte, pero te quiero sin querer y sin dejar de querer quererte
Y te llamo por teléfono
Alo? Hola. Como estas?
Pienso en que te respondo
No lo sé. Cuando te escucho te siento poco personal
Lejos
Fría
De alguien más
Pero no quiero que seas de alguien más
Quiero que seas tuya
Y siendo tuya, que quieras ser mía
Y de nadie más
Y te dije: estoy bien
Y cortaste el teléfono

Veo tu fotografía
La tengo pegada en el cerebro, al costado donde guardo mi conciencia
Ya no me sirve de mucho últimamente
Siempre que se pelea con mi corazón el corazón sale ganando
Y por eso te llamo
Y por eso te pienso
Y por eso te quiero
Te quiero?
Si, te quiero

Qué bonita la foto
Estas sonriendo, pareces menor
Te he ayudado tanto
Y me has ayudado tanto a sonreír
Igual que en tu foto. Qué lindo
En la foto pareces contenta
Quiero que lo seas
Siempre
Yo quiero hacerte sonreír
Y que estés contenta
Y que te sientas protegida
Y todas las cosas bonitas que hace la gente que se quiere
Pero hay un pero
Siempre hay un pero
Pero no sé si quieres que te haga sonreír
No sé si quieres sonreír conmigo
No sé si quieres apostar
Apostar a algo mejor
A una foto más bonita
Una foto de los dos

Debería de estar estudiando
Jajaja, siempre debería de estar haciendo algo más
Pero estoy pensando en ti
En cómo te habrás vestido
Que canción estarás escuchando
Como te sentirás
Ahora ya sabes porque a veces no estudio
Por distraído
Me distraes
Jajaja

Que química, no te parece?
No se
A mí me parece que por algo es
Que te conocí y listo
Ahí está la amistad, en bandeja de plata
Pero quiero más que eso
Quiero un “te quiero” el domingo por la tarde sin razón alguna
Quiero ir al cine para no ver la película y tener una excusa para tenerte al costado
Quiero verte estudiar, sabiendo que tus ejercicios los podría resolver en dos minutos
Quiero ser todo lo que puedo ser para ti, por ti y contigo
Quiero
Te quiero

Es tarde, debería de estar durmiendo
Debería de haber estudiado
Debería de haber aprobado todos mis cursos el primer ciclo
Debería de haberme esforzado más en el colegio
Debería de haberte dicho hace mucho tiempo lo mucho que te quiero
Perdón por no haberlo hecho
Pero te estoy diciendo en este momento
Te quiero
Te quiero?
Si
Te quiero
Te quiero
Te quiero